En 2007 el artista español Miquel Barceló recibió el encargo de crear una gran obra de arte para el techo de cúpula de una de las salas de conferencia de la ONU en Ginebra. Él creó una espectacular pintura de 1000 metros cuadrados, que cambia de cada punto de vista desde el que se puede ver, una metáfora de las diferentes realidades y culturas que los delegados de todo el mundo reunidos en esta sala representan. Pero el proceso creativo de esta obra maestra estaba lleno de dificultades, teniendo el artista hasta el borde de tener que abandonar un proyecto, con todo lo que esto significaría para su reputación y las altas expectativas de los medios de comunicación que el proyecto ya había creado. Esta película nos lleva a la parte más íntima de este proceso creativo único.
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