Stan Brakhage, figura central del cine norteamericano de vanguardia, vivió desde principios de los sesenta en Rollinsville, Colorado, con su mujer e hijos, aislado en las montañas. Ahí desarrolló un cine muy personal y lírico, centrado en su familia: una serie de películas autobiográficas que designó como The Book of the Family. Tortured Dust supuso el fin de este ciclo. Filmada en los ochenta, a lo largo de tres años, en la intimidad de un hogar en crisis, es su home movie más larga y conmovedora. Con cámara en mano, un montaje rítmico e intrincado y rasgos de psicodrama, la película retrata, de manera perspicaz y distante, su cotidianidad. Mediante ventanas, espejos, ráfagas de color y claroscuros, Brakhage registra la emancipación de sus hijos, la incomunicación y la desintegración de su matrimonio.
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