Un zapatero pobre y anciano se siente cansado y derrotado, pero eso no le quitó su generosidad, demostrándola con un pequeño duendecillo hambriento. Al irse a dormir el duendecillo regresa acompañado de todos sus amigos, ellos se encargarán de dejar todo listo para que el zapatero pueda seguir adalante.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.