Alicia, una niña de dos años, misteriosamente desaparece de una guardería. Mario se propone la búsqueda de su hija. Su método es muy meticuloso: tanto que para no peder ninguna oportunidad de seguir el rastro de la niña, sistemáticamente estudia y proyecta los videos grabados por las cámaras de seguridad situadas alrededor de la ciudad. Cientos de caras de niños son filmados, fotografiados, ampliados y colgados en la pared de Mario, a la espera de que la cara de Alice aparezca...
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