En el Norte Argentino dicen que “La Salamanca” es un lugar sagrado. Dicen que es una cueva, un claro en el monte o una vuelta del río, donde se escuchan voces, sonidos, sones de guitarra que atraen irresistiblemente al que pasa por allí. En La Salamanca, quién tenga el coraje necesario, puede invocar al Diablo, "El Zupay", para proponerle un pacto: su alma a cambio de un don. Cumplidos los siete pasos de iniciación, el Diablo en persona, le enseñará "el arte" y así podrá convertirse en el mejor en lo que quiera: músico, bailarín, curandero o hechicera. El primer paso es renunciar a la fe cristiana besando al sapo en la puerta de la caverna.
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