Recién salido de su pueblo de Guyana, Benjamin Ignatius llega a Brixton solo para terminar humillado por las autoridades, sufrir un robo y quedarse sin techo. Acogido por los mismos granujas que le robaron, pronto Benjamin se somete a una educación muy poco ortodoxa.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.