Bruno y Mirella se casan en 1989 y viven en la pequeña ciudad de Piombino, que parece ser un lecho de rosas. Después de un tiempo, Bruno es despedido del trabajo y Mirella empieza una relación con un ídolo de la televisión local, Gerry Fumo. Cuando se da cuenta de que Bruno no puede soportar estar en el paro, se arrepiente y quiere dejar a Gerry. Es demasiado tarde: Bruno se ha enterado de todo y le pide que se vaya. Mirella vuelve a casa de sus padres y comienza a trabajar en una guardería, mientras que Bruno encuentra trabajo en la playa local. Los dos comienzan a intercambiar correspondencia...
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