Todo comenzó casualmente (1993)

Stefanía es una actriz frustrada, ya definitivamente dedicada al doblaje. Luca es un periodista con un pasado de compromiso político. Están casados desde hace algunos años y ahora, por fin, consiguen una cierta estabilidad económica: ella ha firmado un contrato para doblar a la protagonista de una infinita telenovela argentina, y él ha obtenido un puesto fijo en la redacción de un prestigioso semanario. Es el momento justo para arreglar la casa, cambiar el auto… y tener un hijo. Es así que entran en escena primero Marilú, una chica filipina contratada por Stefanía para ocuparse de su hija, y luego Romolo, un joven plomero provinciano que llega a la casa de Stefanía y Luca para hacer algunos arreglos. Mientras florece el amor entre los dos jóvenes empleados, Stefanía descubre que Luca la traiciona con Serena. No sin un poco de melancolía, ella sigue la evolución de la historia de amor entre Romolo y Marilú manteniéndose a distancia. Pero en un cierto punto, cuando los jóvenes son forzados a separarse por sus respectivas familias, por prejuicios raciales, diferencias culturales y otros motivos, decidirá entrar a escena…