No con mis hijas (Serie de TV) (2002)

Serie de TV (2002-2005). 3 temporadas. 76 episodios. "Ocho sencillas reglas para salir con mi hija adolescente y otros consejos de un padre acorralado (tampoco es que sirvan de mucho)" fue el largo título que le puso a su primer libro el humorista W. Bruce Cameron, un libro dirigido a los padres que pasan, de repente, de tener una niña adorable a encontrarse con una adolescente incomprensible que no sólo no quiere hablar con ellos, sino que además empieza a salir con chicos completamente inapropiados. El libro se convirtió en un best-seller y en seguida llamó la atención de algún avispado productor que supo ver en él material televisivo de primera.



Así, siguiendo el esquema de la propia vida de Cameron, padre de dos adolescentes y celoso guardián de la integridad de ambas, nació esta entrañable y divertidísima serie para toda la familia protagonizada por el inimitable John Ritter y la siempre eficaz Katey Sagal (que ya aprendió todo lo que hacía falta sobre interpretar a madres con hijos adolescentes en Matrimonio con hijos). Tras los numerosos premios cosechados por la primera temporada y tras convertirse en una de las nuevas series estrella de la cadena ABC, No con mis hijas renovó por una segunda temporada que vivió un mal momento cuando su protagonista, John Ritter fallecía, lo que produjo cambios en la serie.



En su tercer año, era la hora de recuperarse de las heridas y aprender a afrontar la vida sin el patriarca de la familia, fallecido a principios de la temporada pasada. Este hecho hace que la familia Hennessy descubra las fragilidades de la vida y la fuerza del cariño familiar. Cate, la madre de familia, ahora debe afrontar la situación de criar a sus tres hijos adolescentes ella sola, compaginándolo con su trabajo de enfermera a tiempo completo. Además, debe concienciarse de que no sólo es una madre soltera, sino que es una mujer soltera y debe seguir adelante con su vida, aunque sea un golpe para la familia. Cate intentará compaginar todas estas situaciones gracias a la ayuda de su padre, Jim (James Garner), que se instala en casa desde la muerte del cabeza de familia. Tras la muerte de su protagonista, John Ritter, al comienzo de la segunda temporada, la audiencia de la serie creció de una forma brutal, quizá por el morbo de ver cómo la serie seguiría adelante sin su actor principal. Pero pasado ese momento, esta comedia volvió a la cruda realidad y en un solo año, perdió alrededor de 3 millones de espectadores, un hecho que llevó a su cancelación al final tercera temporada -información extraída de mundoplus.tv-.