Tras separarse y perder la custodia de sus hijos, Philippe Fournier se lleva a los niños consigo. Como la policía los busca, viven clandestinamente y con identidades falsas, pero nómadas, libres y en comunión absoluta con la naturaleza. Cuentan con la solidaridad de la gente con las que se cruzan en su camino, y se alimentan de la felicidad que proporciona vivir al margen de la ley. Para los niños, ese recorrido vital marcará inevitablemente su personalidad.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.