Santana trabaja en el Departamento de Combate a las Zoonosis, recogiendo perros abandonados. Simpático y bonachón, avieso a confusiones, vive bien, en un suburbio con su familia, logrando mantener la violencia lejos de su casa. Hasta el día en que captura, ejerciendo su oficio, a un perro enorme. Pasados algunos días, alguien se presenta furioso, diciéndose dueño del perro. Por un mal entendido, el hombre se indispone con Santana y sus actitudes van alterar completamente la vida de él.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.