Cuando la sobrepoblación del planeta imposibilitó la convivencia, el gobierno decidió dividir a la ciudadanía a través de una enzima implantada en el ADN de las personas para que sus cuerpos fueran regulados por la luz solar y la oscuridad de la noche, convirtiéndolos en habitantes del día a unos y de la noche a otros.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.