El calambre (2009)

En el cine de Matías Meyer las relaciones se construyen de a poco. Incluso, antes de la relación entre los hombres está la relación de estos con la naturaleza. Así, en su ópera prima Wadley los protagonistas eran un hombre y el impresionante desierto cercano a Real de Catorce. En El calambre nos presenta a un francés que está, solo, en una comunidad de pescadores de la costa del Pacífico mexicano: las Lagunas de Chacahua, en Oaxaca. Julien, el francés, además de solo está triste, aislado, casi deprimido. El contacto con Pablo, un pescador del pueblo, volverá a “conectar” a Julien con lo que lo rodea y hasta con una escondida y tenue alegría. Meyer filma sus pequeñas historias sin invadir los misterios vitales de sus personajes, y con un ojo documental que observa, de forma contemplativa y profundamente respetuosa, la relación de estos seres con una naturaleza que se nos impone –amablemente y con buenas armas cinematográficas– como majestuosa y trascendente. (extraído de BAFICI.gov.ar)