Clerks III (2022)

Érase una vez un comediante que hizo algunas películas geniales pero luego se quedó sin ideas. Simplemente revolvía y ordeñaba sus viejas ideas una y otra vez. Cuando habían pasado 16 años desde la última vez que logró hacer una buena película, decidió, a pesar de cualquier originalidad, volver a lo que lo hizo famoso: su primera película. E hizo una película sobre cómo hizo su primera película. Y si te gustó la primera película, tampoco te aburrirás con la última. Pero en serio, esperemos que realmente sea la última, porque solo hay una cantidad limitada de incomodidad que el legado del comediante puede soportar.

 

Kevin Smith regresa a Quick Stop en Nueva Jersey para hacer una película sobre cómo hizo una película allí en la década de 1990. Aunque los metajuegos no son tan salvajes como cabría esperar de la trama, sigue siendo principalmente una película para personas a las que les gustan los primeros trabajos de este director. Pero el nuevo Smith no tiene mucho en común con el anterior. Los diálogos carecen de la imaginación y credibilidad de los de las películas anteriores, y los actores a veces sufren en escenas para las que sus habilidades no son suficientes. Es solo a la mitad que Clerks III comienza a sentirse como una película segura y no solo como una apuesta a la nostalgia que solo funciona a medias porque Smith simplemente no puede ofrecer lo que una vez ganó a los fanáticos.