23 de Marzo de 2019
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La protagonista de Game of Thrones, Emilia Clarke, reveló a la revista New Yorker que sufrió dos aneurismas cerebrales mientras rodaba la serie, la primera en el 2011, después de terminar el rodaje de la primera temporada y la segunda en el 2013.
La actriz explicó que el estrés causado por la sobreexposición público por representar al personaje de Daenerys Targaryen en la serie, la llevó a contratar a un entrenador.
Durante una de las sesiones, la actriz y pidió un descanso y llegó al baño, “Alcancé el lavado, me caí de rodillas y procedí a vomitar de manera violenta y voluminosa mientras el dolor se volvía peor”.
Luego de que la actriz se sometiera a una cirugía cerebral en el 2011, tuvo un ataque de afasia, un transtorno que afecta la capacidad de comunicarse de manera coherente.
“Soy una actriz, necesito recordar mis papeles. Y ahora no recuerdo ni mi propio nombre”.
La actriz se pudo recuperar para volver al rodaje de la segunda temporada de la serie pero "me mareaba todo el tiempo y me sentía tan débil que pensaba que me iba a morir", explicó Clarke.
En el 2013, luego de otro examen cerebral, los médicos detectaron que tenía una segunda aneurisma más invasiva que la primera, por lo que tuvo que someterse nuevamente a dos operacines para eliminarla.
"Me parecía que estaba teniendo que superar situaciones más adversas que la misma Daenerys (su personaje)… mis oportunidades de vivir eran precarias ", dijo Clarke.
Afortunadamente la actriz asegura estar actualmente "al 100 por ciento" y lidera una fundación que ayuda a personas aquellos con enfermedades neurológicas.
“Hay algo gratificante, más allá de afortunado, en llegar al fin de Juego de Tronos. Estoy feliz de estar aquí para ver el final de esta historia y el inicio de lo que sea que venga después“, dijo la artista, que hasta ahora, había mantenido en secreto sus problemas de salud.
