Malditos bastardos (2009)

Sé que muchos me criticarán por esta opinión, pero no consigo entender la veneración general por Quentin Tarantino. Personalmente, encuentro absolutamente innecesarias esas escenas triviales donde el director abusa de la cámara lenta y la música dramática, como si la trama estuviera al borde del colapso; en mi opinión, resultan totalmente fuera de lugar. Esto se repite en esta película. No obstante, tengo que reconocer y elogiar varios aspectos positivos: la magnífica interpretación de Christoph Waltz, un excelente Brad Pitt, y de hecho, la calidad de casi todo el elenco. La escena donde Pitt y compañía imitan a italianos es de una comicidad brillante. Sin embargo, tales aciertos no bastan para catalogar el filme como fantástico. Y sí, el uso de escenas brutalmente explícitas es un sello a favor de Tarantino, pero esto pierde valor cuando las intercala con secuencias excesivamente ilógicas o absurdas. Sinceramente, mis expectativas eran mayores.