Tras la muerte de su mujer y la pérdida de su trabajo, un hombre divorciado que nunca ha participado mucho en la vida de sus hijos, se ve obligado a acogerlos en su casa cuando tienen más de veinte años. Al principio la situación es compleja y caótica, pero en cuanto entra en escena una vecina todo cambia. Su trabajo consiste en despedir empleados, lo que le causa un gran sentimiento de culpa; por eso, por la noche les ayuda a encontrar otro trabajo. Esta mujer tan generosa intentará que la familia no se derrumbe.
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