Líbano, montañas entre valles, cuatro o cinco animales de corral y una casa con dos mujeres: Yara, adolescente huérfana de guerra, y su abuela. Y en ese medio de la nada aparece un compañero de amor primerizo con el que jugar al enamoramiento, tontear enredando, bromear inconscientes y consolarse de la tristeza que está llegando porque él se irá en breve a Australia.
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