Una mansión de Londres, que alberga una enorme colección de raras y antiguas fotos, tiene un nuevo propietario: el millonario americano Christopher Anderson (Liam Cunningham) decidido a deshacerse de las fotos y remodelar la propiedad para convertirla en una universidad de estudios empresariales. Pero encuentra que los empleados utilizarán hasta el último recurso para impedírselo. Ellos veneran las fotos, las elocuentes imágenes inmóviles, y están dispuestos a preservarlas a cualquier costo. Oswald Bates (Timothy Spall) es el excéntrico encargado del archivo que tiene una extraordinaria memoria visual y una habilidad excepcional para asociar rostros en el laberinto de las fotografías. La directora Marilyn Truman (Lindsay Duncan) está convencida de que tiene que haber una forma de llegar al alma de Anderson, si es que la tiene, para salvar el archivo de fotos. En este fascinante choque entre el viejo mundo y el nuevo milenio, las fotos tendrán la última palabra.
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