Nava, responsable de los sistemas de seguridad, testifica ante la policía sobre lo que vio el 21 de septiembre de 1990 en la autopista Canicattì-Agrigento. En esa época no existían aún programas de protección de los testigos en situación de riesgo, así que la vida de Nava cambia de la noche a la mañana, viéndose condenado a un destino absurdo de aislamiento.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.