Joyce Smith y su familia creían que lo habían perdido todo cuando su hijo adolescente John cayó en el helado lago Saint-Louis. En el hospital, John estuvo sin vida durante 60 minutos, pero Joyce no estaba dispuesta a renunciar por su hijo. Reunió toda su fuerza y fe, y clamó a Dios por su salvación. Milagrosamente, el corazón de John volvió a latir. A partir de ahí, Joyce comienza a desafiar a cualquier experto y prueba científica que tratan de explicar lo que ocurrió.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.