Lloyd no consigue destacar entre los compañeros del colegio ya que su poco agraciado físico provoca que los demás niños se rían de él y las niñas ni le miren. Sin embargo, Lloyd tiene un carácter alegre y divertido que le lleva a estar todo el tiempo gastando bromas. Es precisamente su faceta bromista la que le lleva a una clase especial de corrección. Allí encontrará a un nuevo amigo y a una guapa niña llamada Tracy, de la que se enamorará perdidamente.
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