Tiempo después de los eventos sucedidos tras el último episodio de la serie "Breaking Bad", el fugitivo Jesse Pinkman (Aaron Paul) huye de sus perseguidores, de la ley y de su pasado.
Tenía un poco de miedo de que El Camino tuviera un estilo de narración lento y silencioso y cuando esperas el clímax, no pasa nada. Afortunadamente, la historia de Jesse es un final digno de Breaking Bad que no juega.Es un buen postre después de una excelente comida principal. Me mantuvo en vilo, me deleitó con nostalgia.
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