Ernie dirige una carnicería con problemas económicos junto a su socio Dave. Además su matrimonio con Sunny está en su peor momento y ya no esconden que mantienen sus propias aventuras. Cansada por la situación, Sunny ha decidido ir un paso más allá y contrata a un detective privado para que le ayude a recoger las pruebas necesarias para presentar la demanda de divorcio. Sin embargo, una mañana los acontecimientos se precipitan cuando Dave descubre a Ernie en el congelador de la carnicería, rígido como una tabla. Dave cree que es el responsable y se lo confiesa a Sunny.
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