El 20 de diciembre de 1989, pocos días después de la sangrienta represión de Ceausescu en Timisoara, la tarde tranquila de un padre se convierte en una verdadera prueba cuando descubre que su pequeño hijo le ha enviado una carta a Santa Claus. Para el niño, el deseo de su padre era ver a Ceausescu muerto.
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí:
Política de cookies.