Trece vidas (2022)

Basada en un hecho real, esta película es excelente y lo más destacado es la cámara subacuática, que juega un papel vital para crear una atmósfera claustrofóbica en algunos momentos. El guión de William Nicholson se desarrolla cronológicamente y añade más seriedad a los acontecimientos. El melodrama se mantiene al mínimo y la narración es muy práctica. Es una película de superhéroes con muchos, muchos héroes.

 

Las películas de desastres basadas en hechos reales, tienen la ventaja de que no tienen que inventar demasiado la historia, pero por otro lado, esto tiene la desventaja de que el espectador sabe exactamente lo que viene, y por lo tanto, la película tiene que generar tensión y atmósfera de manera diferente. "Trece vidas" es un gran ejemplo de cómo esto puede funcionar. Todos sabemos el final, pero todavía sentimos miedo cada segundo. La lucha del hombre con la naturaleza es tan antigua como el hombre mismo, pero esta imagen mostró una vez más cuán impresionante es esa lucha en realidad. Frente a la naturaleza somos pequeños e impotentes, y sin embargo hemos madurado para ella... En fin, dos horas y cuarto pasan como el agua y el ritmo no disminuye ni un momento. Ron Howard pudo transferir literalmente la inmersión en las profundidades de la cueva a la pantalla.