Originalmente, la película iba a ser dirigida nuevamente por el creador de las tres primeras partes, Victor Salva. Pero debido al controvertido pasado del director estadounidense, el estudio temía las críticas. Finalmente el director sucumbió a la presión del entorno y se retiró del proyecto. El director Timo Vuorensola tomó el cetro de la película, reelaborando todo el concepto y convirtiendo a la tercera secuela planeada por Salva en un reinicio.