Tony (Peter Ferdinando) es un cuarentón, solitario y educado, que tiene problemas para relacionarse con otras personas. Además tiene la insana obsesión de pasar las noches viendo películas de acción y vagando por las calles de su ciudad. Un día, un niño del vecindario desaparece, y es entonces cuando empezaremos a descubrir la verdadera personalidad de Tony: debajo de esa capa de bondad se esconde un hombre con un carácter violento, un asesino frío y calculador…
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